El océano es un mitigador del cambio climático, absorbiendo el 30% de las emisiones humanas de CO2, al igual que los ecosistemas terrestres. Aproximadamente el 90% del CO2 del planeta es reciclado por los océanos y almacenado en sus fondos, principalmente en forma de biomasa muerta. El objetivo de esta iniciativa es proteger a las grandes ballenas de los efectos de las actividades humanas, utilizando tecnología pionera que monitorea de forma remota los océanos.

Ballena jorobada
Ballena jorobada
13
De especies de grandes ballenas
200
La cantidad de años que pueden vivir las ballenas de Groenlandia

Las grandes ballenas son clave para abordar el cambio climático

La conservación de estas especies es clave en las estrategias de mitigación para adaptarse al cambio climático. Entender su importante papel ecológico ayuda a proteger el planeta. Las grandes ballenas producen continuamente sonidos para orientarse y comunicarse a distancias de cientos de kilómetros. Esta propiedad de la propagación del sonido permite vigilar a las ballenas desde boyas autónomas costeras que cubren sus rutas dmigratorias, de un polo al otro. En su viaje, se enfrentan a un riesgo cada vez mayor de colisión con los barcos. La tecnología TSOS detecta las ballenas y alerta las 24 horas del día, los 7 días de la semana a las embarcaciones, evitando los riesgos de colisiones mortales.

33 toneladas
de CO2 capturado durante su vida: 1.500 veces más que un árbol
50%
El consumo de oxígeno del planeta que contribuyen a producir
La contaminación acústica de las actividades humanas tiene un impacto directo en las grandes ballenas
El riesgo de colisiones aumenta, provocando la muerte de estas especies únicas

Una tecnología pionera que vigila los océanos de forma remota

The Blue BOAT Initiative tiene como objetivo proteger a las grandes ballenas de los efectos de las actividades humanas. Empezando en Patagonia chilena, la iniciativa prevé la instalación de la primera red mundial de boyas inteligentes a lo largo de la costa del Océano Pacífico oriental. Mediante la detección en tiempo real de las vocalizaciones de las grandes ballenas, se advertirá a las embarcaciones de su presencia para que puedan reducir su velocidad y, por tanto, el riesgo de colisión.

20.000 km
La ruta de las grandes ballenas de polo a polo
35m
El animal más grande de la Tierra: la ballena azul
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Boyas autónomas desplegadas en 2022

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de: